BDSM: ¿Cómo ser una buena sumisa?

Cuando empecé en el BDSM como sumisa, pensé que mi único trabajo era presentarme, seguir órdenes y disfrutar.

“¡Eh! ¡Estoy aquí! Que empiecen a chasquear esos látigos, ¿eh?”

Al fin y al cabo, la responsabilidad debía recaer en la dominación, ¿no?

Cuando con el tiempo adquirí algo de experiencia como dominadora, me di cuenta de lo egoísta que había sido mi actitud inicial. Aunque el BDSM pueda parecer desde fuera que una persona actúa sobre otra, la verdad es que las relaciones pervertidas sosten ibles se basan en la colaboración igualitaria.

La dominación bien hecha es un trabajo jodidamente duro, así que es importante que los subbies devotos cumplamos nuestra parte del trato.

Si no tienes claro cómo ser un buen sumiso y complacer a tu dominante, te cubro las espaldas con este artículo.

Qué necesitarás para el juego pervertido

• Cualquier herramienta o juguete que quieras que tu pareja utilice durante el juego, como cuerdas, palas, vendas o pinzas para los pezones.
• Equipo de seguridad para las actividades que te gustaría hacer. (Por ejemplo, si tu pareja planea atarte, necesitará unas tijeras fuertes a mano por si necesita soltarte rápidamente)

Cómo ser un sumiso fantástico

1. Entiende tus responsabilidades.

Renunciar al nivel de control que deseas y centrarte en tu pareja serán tus principales prioridades durante el juego. Ésa es la parte sexy y divertida

Sin embargo, hay cosas importantes que debes tener en cuenta si quieres mantener sana tu dinámica BDSM. En su mayor parte, serás tú quien decida qué actividades están permitidas y cuáles no.

No dejes que NADIE te presione para hacer cosas que no quieres hacer.

Si no das tu consentimiento voluntariamente, no es BDSM. Es abuso. Los Doms necesitamos una estructura para trabajar dentro de los límites que deseamos, y un sumiso que dice “Haz lo que quieras” es una gran señal de alarma.

Están asumiendo muchos riesgos al aceptar dominar, así que ayúdales como cocreadores.

También tendrás que avisar a tu dom cuando se adentre en territorio no deseado, lo que significa que tendrás que utilizar tu palabra de seguridad. Muchos sumisos principiantes tienen problemas con esto. El autoconocimiento es tu amigo. Saber cuándo retirarse.

Para la mayoría de nosotros, nuestros fetiches pueden estar relacionados con problemas o cargas personales que yacen en lo más profundo de nuestro subconsciente. Muchas personas encuentran terapéutico el BDSM por este motivo.

Esto puede ser maravilloso, pero ten en cuenta que nuestros dominantes probablemente no sean profesionales cualificados y no podemos esperar que sean totalmente responsables de nuestra salud mental.

Tenemos que ser capaces de separar la fantasía de la realidad en nuestras relaciones pervertidas. Por ejemplo, actuar completamente indefensa durante el juego puede ser estimulante. Sin embargo, SER completamente indefenso en la realidad crea una situación tóxica, sobre todo cuando hay BDSM de por medio.

Asegúrate de mantener los pies en la tierra y dar un paso atrás para procesar las cosas cuando sea necesario.

Aunque tu dom esté asumiendo la responsabilidad de dirigir vuestra dinámica, también tendrá sus propias necesidades y límites. Asegúrate de prestar la misma atención a su salud física y mental.

2. Conoce los fetiches de tu dominante y lo que le motiva.

Cuando empecé a jugar, tenía una idea de por qué me gustaban el dolor y la sumisión. Sin embargo, no entendía por qué mis parejas disfrutaban con la dominación o el sadismo.

Entender por qué a tu pareja le gusta lo que hace te ayudará a encontrar formas de excitarla.

Por ejemplo, a algunos doms les encanta la idea de conquistar a una sumisa malcriada, mientras que otros detestan por completo la malcriadez y buscan subs que les adoren sin rechistar.

Pregúntale a tu dom qué le gusta. Escucha atentamente cuando se abra a compartir.

3. Piensa en tus preferencias y límites, y en tu sistema de palabras de seguridad preferido.

Las preferencias son actividades que te gustaría probar, como el bondage, la cosificación o el juego con cera. Los límites duros son actividades que no estás dispuesta a hacer, y los límites blandos son actividades que te gustaría probar en algún momento, pero sobre las que tienes dudas.

Es difícil saber cuáles son tus preferencias o límites cuando estás empezando, pero como he mencionado antes, tu dom tendrá que trabajar dentro de una estructura establecida por ti.

Piensa en las cosas que puedes o no querer probar.

Si no estás seguro de todas las posibilidades que puede conllevar el BDSM, consulta un glosario de BDSM o una lista de comprobación de BDSM. Ten en cuenta que debes comprender los riesgos de cada actividad que quieras probar para poder consentir adecuadamente en realizarla.

Además, querrás idear un sistema de palabras seguras con el que te sientas cómodo. Aunque tener una sola palabra de seguridad puede funcionar bien para algunas personas, tener varias palabras de seguridad puede ser extremadamente útil.

4. Comunica todo lo que quieras que tu compañero sepa durante la negociación.

La negociación es un aspecto principal de las buenas prácticas BDSM. Es importante charlar antes de jugar para aclarar los límites, los sistemas de palabras seguras y otras consideraciones.

¿Te preocupa que hablar de BDSM arruine la magia? Te aseguro que no.

Hablar de detalles pervertidos puede ser increíblemente excitante y crear deliciosas sensaciones de anticipación para ambos.

Lo que no es sexy son las lesiones, la pérdida de confianza y los malentendidos sobre si un acto fue consentido. Queremos evitar estos problemas en la medida de lo posible.

5. Prepárate para el juego.

Debes estar equilibrada física, mental y emocionalmente antes de lanzarte a una sesión de BDSM.

Aquí tienes algunas formas de prepararte:

• A muchos doms y subs les encanta el elemento sorpresa durante las escenas. De hecho, ¡no saber lo que va a ocurrir durante una sesión puede ser emocionante! Sin embargo, también es fácil mentalizarse y ponerse innecesariamente nervioso, lo que te impedirá disfrutar del momento. Yo intento meditar un poco para centrar mi mente y poder estar plenamente presente con mi dom.
• Algunas posturas de bondage pueden contorsionar el cuerpo de forma incómoda. (¡Que a menudo es de lo que se trata!)
• Estirarte con antelación puede hacer maravillas para que disfrutes de la experiencia y te vayas sin (demasiado) dolor después. ¡Desenrolla esa esterilla de yoga, sumisa pervertida!
• Tu dom y tú tendréis que reunir el equipo específico que queráis utilizar. Por ejemplo, si quieres jugar analmente, necesitarás un lubricante diseñado específicamente para ello. Si vas a jugar con cuerdas, necesitarás la propia cuerda y material de seguridad, como tijeras. Cualquier tipo de juego que implique abrasión o penetración de la piel, como el juego con agujas, requiere productos que puedan limpiar la piel y prevenir infecciones. Asegúrate de que tienes lo que necesitas.

6. Disfruta de tu escena sin perder de vista tu estado de ánimo.

¡Woohoo! ¡Estás lista para jugar!

Ahora puedes experimentar todos los efectos excitantes, desafiantes, relajantes y alteradores de la mente del BDSM con tu pareja. ¡Disfruta!

Al mismo tiempo, asegúrate de ser consciente de tu estado emocional y físico, y de comunicar tus sentimientos cuando sea necesario.

Nunca es buena idea dar por sentado que tu dom entiende cómo reaccionas ante cualquier aspecto del juego. Los doms no leen la mente, ni son infalibles.

7. Utiliza tu palabra de seguridad en cualquier momento y por cualquier motivo.

Algunas sumisas se abstienen de utilizar palabras seguras por miedo a decepcionar a su dom. Esto puede provocar traumas y lesiones autoinducidos.

Un buen dom dará prioridad a tu seguridad y nunca querrá hacerte daño, ¡así que usa tu palabra de seguridad libremente! ¡No seas tímida!

8. La dominación es difícil de hacer bien, así que ten paciencia cuando las cosas no vayan bien.

Un gran dom querrá hacer todo lo posible para complacerte. Sin embargo, son humanos como el resto de nosotros y cometerán errores. Esto puede resultar frustrante o incluso asustar a veces, pero intenta mantener la paciencia y explicar con calma tus sentimientos cuando las cosas vayan mal.

Si necesitas calmarte, tómate el tiempo que necesites y luego habla las cosas con tu pareja.

9. Mantente Presente con tu Dom Durante el Cuidado Posterior.

El cuidadoposterior es el momento en el que tu pareja y tú os aseguráis de que ambos estáis bien y de que podéis hacer una transición suave de vuelta a la realidad.

Esto puede implicar abrazarse, besarse, charlar, dormir juntos o lo que ambos necesitéis.

El cuidado posterior no es sólo por tu bien, sino también por el de tu dom.

Puede que se sienta un poco desconcertado, agotado o incluso culpable después de escenas especialmente intensas.

Estate presente con ellos y asegúrate de que sepan que lo que hicieron durante la escena fue consentido y deseado, si no está claro.

10. Da información sincera sobre lo que disfrutaste o no durante el juego.

Mis mejores parejas dominantes siempre han preguntado: “¿Hay algo que no te haya gustado de lo que hemos hecho?” Después del juego puede o no ser el momento adecuado para tener esta conversación, pero es importante abordarla en algún momento.

Haz saber a tu pareja lo que te gustó y lo que no deseas volver a experimentar.

Si tienen la información adecuada, y la libertad de explorar y adaptar su enfoque en el futuro, ¡vuestras próximas escenas sólo podrán mejorar!

11. Intenta complacer a tu Dom de pequeñas maneras antes de volver a jugar.

Siempre me gusta contactar y flirtear para mantener la emoción entre sesiones.

Por ejemplo, si tu escena te dejó cubierta de unos moratones especialmente impresionantes, puede que a tu dom le interese verlos, así que hazte un selfie de tu glorioso culo negro y azul (¡yo siempre hago esto!)

Estos pequeños pasos mantendrán a tu pareja inspirada. ¡Sé su musa!

12. Asegúrate de que tu Dom sabe cuánto le valoras.

El BDSM puede inspirar sentimientos intensos y es fácil enredarse en nuestras propias cabezas.

Asegúrate de hacer saber a tu pareja que valoras sus esfuerzos. Este aprecio es algo por lo que viven los buenos doms.

Como probablemente veas, la sumisión es mucho más complicada que simplemente seguir órdenes. No dejes que esto te intimide

El intercambio de poder añadirá una gran profundidad e intimidad a tu relación si tú y tu pareja lo abordáis con atención y compasión.

¡Mucha suerte y diviértete jugando!